#He de confesar en mi desvanecimiento que gracias."No queda res a dirquan silencien el silenci.Cap buit on abocarel que ara sents pero també ignores."
Els vapors que maten.Carles morell.
Parece que una desintegración jamás deseada, siempre negada, lenta e imperceptible provoca una cascada de átomos de lo que yo era, de lo que yo fui. Mecida por el viento, aparentemente pasiva dispersándose y encontrando nuevos lugares.
-Pero aún podemos retroceder. Sé que hay algo que aún ignoro, aún queda fuego en las brasas. Aún puedo oír tu pulso entre el silenciado silencio.
#He hecho lo que he podido, no está en mis manos lo que suceda. Sólo recuerda al fénix.
-He de confesar en tu desvanecimiento que gracias.
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Gracias es una serie de tres imágenes, una secuencia visual que evoca la obsolescencia, la decadencia y la desaparición des de la visión de mi yo más íntimo, articulándose desde mis propios sentimientos.
Algo pasó.
Reflexiona y establece una comparación narrativa entre tres tiempos: ese en el que antes era (estructura, soporte) y comenzó a desintegrarse: por la acción natural del tiempo, por la distancia.
Ese en el que la estructura (parte de ella) expone el corazón, arrancado de su lugar original y caído ahora en desuso.
Y finalmente el olvido y la atomización del motor humano, reducido a partículas, pagando la estructura el precio de haber acabado carbonizada, quemada, transformada.
Parte de esta serie se integra en el taller con Llorenç Raich “ Fotografía, poesía i sentit poètic” que estoy llevando a cabo este mes de febrero y del que hablaré en próximas entradas.